Homenaje a todas las
personas mayores que, aun tras el paso de los años, siguen queriendo a su
pareja... por José Luis de Pedro Sanz
PASEANDO POR EL PARQUE
En el parque de mi barrio
voy paseando despacio,
voy cogido de tu mano,
voy en busca de aposento
para sentarme a tu lado.
Observo entre el gentío
su descarado bullicio,
su alegre griterío,
su rebosada alegría,
y hasta las aves del parque
exhiben su algarabía.
En el parque de mi barrio
hay muchos viejos y ancianos,
unos juegan con sus nietos
otros se sientan cansados.
También hay niños jugando,
con los padres a su lado,
unos chutan la pelota,
otros juegan con el aro.
Hoy paseo por el parque,
y me siento desolado,
voy cabizbajo pensando
lo solo que me he quedado.
Entre las nubes negras
mi sol ya se ha ocultado.
Yo ya no tengo abuelos,
yo ya no tengo padres,
ni nietos,
ni pelota,
ni siquiera un aro.
Yo ya no juego con nadie,
sólo entrelazo mis dedos
y trenzados con los tuyos
lanzo mil besos al aire.
Pero sí, tengo tus manos
y apretándolas con fuerza,
sigo sintiendo tu pulso,
sigo apreciando su tacto,
tu caricia,
tu seda...
sigo sintiendo tu voz
incluso cuando callamos.
Y aunque el sol se haya escondido
entre aquellas nubes negras;
contemplando al firmamento
tengo millones de estrellas.
No tengo que estar triste,
siempre tengo tu belleza.
No tengo que estar mustio,
tengo las aves del parque
que me anuncian primavera.
Y aunque no tengo pelota,
juego con los guijarros
que yo encuentro en mi vereda.
Autor: José Luis de Pedro Sanz
Marzo- 2012
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