jueves, 20 de septiembre de 2012
PASEANDO POR EL PARQUE
Homenaje a todas las
personas mayores que, aun tras el paso de los años, siguen queriendo a su
pareja... por José Luis de Pedro Sanz
PASEANDO POR EL PARQUE
En el parque de mi barrio
voy paseando despacio,
voy cogido de tu mano,
voy en busca de aposento
para sentarme a tu lado.
Observo entre el gentío
su descarado bullicio,
su alegre griterío,
su rebosada alegría,
y hasta las aves del parque
exhiben su algarabía.
En el parque de mi barrio
hay muchos viejos y ancianos,
unos juegan con sus nietos
otros se sientan cansados.
También hay niños jugando,
con los padres a su lado,
unos chutan la pelota,
otros juegan con el aro.
Hoy paseo por el parque,
y me siento desolado,
voy cabizbajo pensando
lo solo que me he quedado.
Entre las nubes negras
mi sol ya se ha ocultado.
Yo ya no tengo abuelos,
yo ya no tengo padres,
ni nietos,
ni pelota,
ni siquiera un aro.
Yo ya no juego con nadie,
sólo entrelazo mis dedos
y trenzados con los tuyos
lanzo mil besos al aire.
Pero sí, tengo tus manos
y apretándolas con fuerza,
sigo sintiendo tu pulso,
sigo apreciando su tacto,
tu caricia,
tu seda...
sigo sintiendo tu voz
incluso cuando callamos.
Y aunque el sol se haya escondido
entre aquellas nubes negras;
contemplando al firmamento
tengo millones de estrellas.
No tengo que estar triste,
siempre tengo tu belleza.
No tengo que estar mustio,
tengo las aves del parque
que me anuncian primavera.
Y aunque no tengo pelota,
juego con los guijarros
que yo encuentro en mi vereda.
Autor: José Luis de Pedro Sanz
Marzo- 2012
miércoles, 19 de septiembre de 2012
AÑORANZA
A veces la nostalgia te hace sentir, soñar y volar. Sueña siente y vuela. Sin la ilusión de soñar no se puede vivir. El día que dejes de hacerlo habrás muerto en vivo. Disfruta de la nostalgia. Vuela y vive el pasado, no vaya ser que el futuro, te juegue una mala pasada y te aparte para el otro lado.__ José Luis de Pedro Sanz.
AÑORANZA
Siempre
me ha gustado soñar,
soñar,
con amapolas rojas
entre los campos de trigo.
Amar,
a todas las cosas,
decir
lo que pensaba,
sentir
lo que decía,
sin
pensar en lo que hablaba.
Siempre
me ha gustado volar,
por
las praderas llanas,
y
por los campos de olivo.
Volar
hasta tu alcoba
para
tocar tu vestido.
Sentir
hasta tu aroma
y
entrar en tus sentidos.
Siempre
me ha gustado sentir,
sentir,
que yo volaba,
hacia
un lugar perdido.
¡Qué
añoranza!
Ya
se me ha olvidado soñar,
mi
mundo está vacío.
¡Qué
añoranza!
Ya
se me ha olvidado volar,
ya
soy un ángel caído.
¡Qué
añoranza!
Ya
se me ha olvidado sentir,
mis
besos se han perdido.
¡Qué
añoranza!
Soñar,
volar y sentir,
todo
aquél mundo se ha ido.
Marzo
2010
Autor:
José Luis de Pedro Sanz.
CAE LA TARDE
Cae la tarde
Cae la tarde...
el sol se oculta entre los
pinos,
la luz dibuja su
estructura
como agujas afiladas en
racimos,
que resaltan y embellecen
su figura.
Cae la tarde...
ya no se oye que cante la
cigarra,
que aturde al oído y le
desgarra,
sólo se oye al pájaro
carpintero
que picotea, haciendo un
agujero,
para hacer su nido en el
madero.
Cae la tarde...
a lo lejos diviso en la
colina,
la luz que arde...
y se funde con el verde de
la encina,
tamizando sus cálidos
colores,
resaltando sus pálidos
verdores
como rayo trasparente que
ilumina.
Cae la tarde...
el sol se esconde,
se esconde en el horizonte
y su luz con un tímido
velo
de rojos y naranjas cubre
el Cielo.
Cae la tarde...
su luz difusa ciega mis
ojos,
envuelve mi alma con
antojos
y me inunda con destellos
rojos.
Cae la tarde...
la noche aparece...
y la luz de la Luna,
mi alma enloquece.
Cae la tarde...
declina el Sol en su
agonía,
llenándome con su
melancolía,
que atrapa mis sentidos
cada día
y dura hasta que llega el
nuevo día.
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