REGÁLAME UN BESO
Regálame un beso,
que rompa y despierte mis sentidos,
que de viejo los tengo ya dormidos.
Regálame un beso,
para sentir la miel en tu boca,
saborear tus labios de fresa,
acariciar tu boca de princesa
con música del violín que toca.
Regálame un
beso,
que me queme
por dentro
con aroma de
flores de cerezo,
que me
encienda una llama
como luz que
se asoma en la mañana,
con un toque
de amor y de dulzura
y que arranque
de mi cuerpo la atadura.
Regálame un
beso,
para sentir tu
piel cuando te has ido,
huyendo del
estruendo del ronquido
que aturde y
repele a tus oídos
y el lado de
mi cama está vació.
Regálame un
beso,
que rellene y
compense ese vació
y alumbre, ese
lugar sombrío.
Regálame un
beso,
que corte para
siempre mis torpezas,
que olvide
para siempre mis orgullos,
que limpie
para siempre mis bajezas,
y haga mis
sentidos solo tuyos.
Regálame tus
besos,
para sentir
que nunca te has ido,
cada vez que
te marchas de conmigo,
y sentir el
calor de tus fluidos.
Como fuego y
pasión que se desata
y un torrente
de amor que se destapa,
que recuerde
mi juventud perdida
como estatua
con besos esculpida.
Que renueve
por dentro mis bravíos
y elimine para
siempre mis hastíos.
Regálame tus
besos,
que despierten
para siempre mis sentidos,
que de viejos
los tengo ya dormidos.
Con mucho
cariño para Maisa.
Agosto – 2007
José Luis de
Pedro Sanz
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